28 de septiembre de 2011

Hablemos de Cirugía Estética (2): EL BOTOX

Como os decía, llega un momento en la vida de una mujer (y de un hombre, claro)... En el que adelgazar kilos no es suficiente, y se hace necesario Adelgazar Años.

Ya hemos comentado algunas de las cosas que NO se deben hacer. Es hora de hablar de otras que, por el contrario, son de gran ayuda a la hora de mejorar y rejuvenecer.

Una de ellas es, cuando la cosmética ya tiene poco que hacer, acudir a un cirujano plástico de confianza. Con titulación,  colegiado, y, si es posible, del que tengamos referencias personales de familiares o amigas que se hayan puesto en sus manos con éxito.

Hoy voy a hablaros sobre el BOTOX. No, no me voy a poner pesada con explicaciones científicas, para eso ya tenemos internet, donde hay información de especialistas más que suficiente.

Voy a contaros lo que sé, como paciente bien informada (hay que preguntar todas las dudas sin cortarse), y con mi experiencia de usuaria en la mano.

La TOXINA BOTULÍNICA, principio activo del BOTOX, es una sustacia que paraliza los músculos, impidiéndoles contraerse. No hay que asustarse. Lleva muchísimos años utilizándose en medicina general para corregir estrabismos o evitar la hiperhidrosis (exceso de sudoración) por ejemplo, y hace también bastantes que se utiliza en Medicina Estética. En las pequeñísimas dosis en que se administra, es inofensiva.  Eso sí, es un acto médico, y, como tal, tiene que ser manejada por un licenciado en medicina. Nada de gabinetes de belleza ni esteticiennes, que, por buenos que sean, estarían excediéndose en sus funciones, con resultados que pueden ser peligrosos.

Bueno, y, dicho ésto, vamos al lío.

Se presenta con diferentes nombres comerciales, uno de los más conocidos es Vistabel. La forma de administración es por medio de infiltraciones, con una aguja corta y muy finita, tipo las de insulina, y actualmente, también mediante microcánulas. Éstas tienen la punta roma, con la ventaja sobre las agujas de ser menos traumáticas, por así decirlo. El asunto dura unos 5/10 min., según la extensión del área a tratar. ¿Duele? pues, depende de la sensibilidad y  tolerancia al dolor de cada una. En general es un poco molesto, se notan los pinchacitos, pero son perfectamente tolerables sin anestesia, que, de hecho, no se usa para este tratamiento.




Después puedes irte a trabajar tan campante, aunque recomiendan gesticular con fuerza a lo largo del día, para ayudar a que se distribuya bien por los músculos que se quiere afectar, y evitar dormir o tumbarte en las cuatro horas siguientes para que no se desconfigure y se vaya todo a hacer puñetas. Durante un rato, podrías tener la zona con puntitos rojos, de la aguja.

Es bien tolerado y no tiene efectos secundarios. Eventualmente, a penas un leve dolor de cabeza el primer día, que desaparece con un analgésico.

La toxina hace que los músculos se relajen totalmente y dejen de formar arrugas. Tiene unos efectos maravillosos, no solo sobre la frente, sino que es superefectiva para el entrecejo. Y, las patas de gallo... ¡¡Simplemente DESAPARECEN!!


... CONTINUARÁ.


¿Alguna de vosotras lo ha utilizado?... ¿A favor?... ¿En contra?... ¿Alguna quiere pero no se atreve?...



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